Recibimos el Gorgonzola y, nada más llegar, lo abrimos para probarlo. En nuestra cocina, una cocina basada en el mar, nunca habíamos utilizado un queso de estas características, y teníamos un poco de “miedo” por si no nos encajaba. Pero, una vez probado, nos ha impresionado y nos hemos puesto manos a la obra.
Explicaremos a continuación nuestras primeras impresiones.
Ante nosotros, las dos variedades de Gorgonzola:
- Gorgonzola dulce: más cremoso y mantecoso, algo dulce, el sabor picante se encuentra de forma sutil dado su mínimo veteado azul-verdoso.
- Gorgonzola picante: más seco y desmenuzable, con un sabor más picante debido a su mayor contenido enmohecido.
En su corte podemos apreciar las betas verde azuladas fruto del “trabajo” del Penicillium.
En su aroma y sabor apreciamos algunas notas de nueces y setas. En el Gorgonzola dulce encontramos un puntito salino y al final picante, pero muy leve. En el picante, el picor se nota desde el principio y tarda más en desaparecer, el retrogusto nos deja un sabor más amargo y más duradero.
El Gorgonzola es un queso con un tacto cremoso y mantecoso, este tacto es más acentuado en el Gorgonzola dulce, el picante es un poco más seco.
Estas son nuestras primeras impresiones…hasta pronto.
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