jueves, 5 de noviembre de 2009
PREMIO GORGONZOLA A LO MEJOR DE LA GASTRONOMIA
El próximo lunes, 9 de noviembre, abre sus puertas el Congreso Lo mejor de la Gastronomía en su nuevo emplazamiento de Alicante.
El Gorgonzola será presente el la parte ferial con un stand propio NR 107 PABELLÓN 2.
El lunes noche, sin embargo, será una noche especial para el Consorzio de Tutela, ya que su director en persona, Stefano Fontana, viajará a Alicante para entregar en mano del chef Jordi Vilá el premio "a la mejor labor en pro del queso".
Para los curiosos, publicamos las motivaciones de este galardón.
Premio Gorgonzola a la mejor labor en pro del queso 2009
Jordi Vilà
Nadie puede reprocharle a Jordi Vilá haberse dormido en los laureles. La que ha sido una carrera profesional comenzada a edad temprana y forjada en algunos de los templos sagrados de la cocina catalana, le ha valido no solo para emprender su propia trayectoria personal al frente de Alkimia con un sólido bagaje cultural e enriquecerlo con las espectaculares interpretaciones que lo han llevado a liderar la escena barcelonesa, sino que le ha dado alas para enfrentarse con elegancia a propuestas “ más populares” no último, el reto de ponerse al frente de dos locales de cocina italiana “Saltimbocca” y
“Dopo” y demostrar en pocos meses, que una pizza puede y tiene que ser sublime tambien fuera de Nápoles si se investiga y se apuesta por la calidad.
Cuando hablas con Jordi de producto y de cocina, lo que más te sorprende es la humildad, percibes casi la respetuosa timidez que aflora a la hora de tratar la materia.
Hay tres elementos que después de tanto camino recorrido siguen conmoviéndole: el vino, el pan y el queso. De las más básicas materias primas, elaboradas por la pericia de los artesanos se obtienen productos tan espectaculares que el cocinero-interprete se inclina con devoción ante ellos. Al escoger un queso, el chef entra en simbiosis con el animal, con lo que la leche sabe trasmitir de su entorno, con la sabiduria milenaria que trasmite la mano del maestro quesero y se encuentra abrumado por esplendida complejidad y a la vez seducido por el sabor, aroma y textura únicos. No se apresura sino que reflexiona en como exaltar, en como apenas manipular un producto que considera de por si acabado, y así lo convierte en vehiculo. Un potente y refinado transmisor de sensaciones que acaba haciendo propias. Como sucede en su Canelón con bechamel de almendra y crumble de queso, en el que otorga al queso el papel renovador de cambio de textura. O como sucede con el Bacalao con higos, espinacas y aire de queso en el que la sal propia del lácteo curado devuelve sapidez al pescado y el aire retiene y trasmite los perfumes del mismo. En su nueva etapa profesional ha casado su creatividad a la cocina italiana más clásica en la que juega con la tradición, exalta los productos auténticos y hace vibrar el plato de notas mediterráneas como en el Risotto de ostras con burrata y limón o la Pizza de Gorgonzola con peras escalibadas y rúcula, dos de los platos del que se siente más orgulloso.
El queso entonces utilizado en su esencia, en su plenitud organoléptica al que se le asigna la grata tarea de “perfumista”, de estimulador gustativo.
Una postura humilde y muy refinada, señal indiscutible de una madurez cultural que bien le ha merecido este premio.
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